ENCLOSETADAS

- Ya no se oye nada.

- ¿ Se habran ido?

- Se supone que el ensayo termina a las 5, tenemos que darnos prisa antes de que cierre el velador.

- Ok, salgo primero y veo si no hay moros en la costa.

Milli sale de puntillas cubriendo su desnudez con un trozo de tela, camina hacia la puerta y mira entreabriendo la puerta. Regresa corriendo junto a Tirsa.

- ¿Que paso?

. El velador esta con una mujer y viene para aca.

- ¡ Maldita sea!, no vamos a poder salir. Si al menos trajera mi ropa puesta no me importaria. Ya me imagino lo que pasaria si me vieran asi contigo.

- ¿Que pasaria?

- Pues pensarian que soy lesbiana. Imaginate encerrada aqui, contigo y las dos desnudas.

Unas horas antes...

- Hola, ¿que haces?

- Estoy afinando el piano, hoy no vendra el maestro y tocare en su lugar. No te avisaron que el ensayo sera una hora mas tarde.

- No, nadie me lo dijo ¡que fastidio! y este calor insoportable.

-Si, dan ganas de quitarse la ropa.

- ¿Serias capaz?

- Yo si- dijo Milli y comenzo a desabotonar su blusa de cuadros. Para nadie era un secreto que era lesbiana, Siempre con esa ropa holgada que le hacian ver kilos de mas que para nada tenia. Al contario su figura era esbelta y bien formada. Ya sin la blusa puesta siguio tocando el piano para afinarlo.

-Tu no te atreverias, ¿verdad?-dijo y comenzo a tocar una musica suave, y asi sin darse cuenta Tirsa comenzo a bailar quitandose la ropa en cada cambio de compas.

- claro que sì-dijo- desnudandose por completo.

Milli entonces tambien se desnudo y siguio tocando mientras Tirsa bailaba, de pronto oyeron pasos en el corredor se les habia pasado el tiempo sin darse cuenta. Tirsa tomo la ropa de las dos y las avento hacia el bote de basura y apenas por un segundo entraron las dos en un pequeño cuarto que almacenaba instrumentos viejos. Ahi habian estado sin hablar el tiempo que duro el ensayo sin pianista ni bailarina principal.



Desde adentro oian los jadeos de la mujer y los rechinidos del piso de madera.

- Que desagradable.

-Que tiene de malo, es muy intenso hacerlo aqui.

- ¡Lo has hecho aqui!

- Solo un par de veces...

- Ya no me cuentes mas no quiero imaginar nada de eso, hace un puto calor aqui dentro, si no se van me va a valer madres y me salgo asi-dijo Tirsa y sin darse cuenta se corto la mano con el filo de una madera rota.

- Genial, lo que me faltaba.

. Dejame ver-Milli le toco la mano con suavidad y con la lengua comenzo a quitar la sangre de la herida. Tirsa estaba inmovil, hipnotizada por esa dosis de ternura y calor y labios finos. De pronto ya estaba acariciando su nuca mientras ella seguia lamiendo la herida.En unos segundos ya estaba recargada en la pared dejandose llevar por los labios que le comian los senos y la mano que se hundia en su vientre.