La vista se le nublo al ver las largas piernas de Rosario desnudas.Su corazón de 68 años latía con rapidez.Sintió la tibia mano de ella tocarle la frente apartando el escaso cabello blanco.
-No Rosarito,no puedo-balbuceó-como pudo logro safarce de los muslos de Rosario y saco de su cartera un billete de 200 dejándolo sobre la mesa del espejo de aquel hotel de tercera.Miro de reojo la cara del tipo administrador del hotel que lo despidió con una sonrisa burlona.
-¡buenas noches caballero!.Rosario salio a medio vestir del cuartucho de hotel siguiendo con la mirada el caminar del anciano.Entre sus dedos tenia el billete de 200 hecho bola,lo lanzo con fuerza golpeando la calva del hombre.
-¡comprate una bufanda!-dijo y rió a carcajadas.
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