En la linea azul del metro que corre de taxqueña a cuatro caminos un solitario vagón me llevaba de regreso a casa después de recorrer la silenciosa ciudad. Que tremendo ver un vagón del metro a las tres de la tarde ¡vacío!.
Las puertas se abrieron en alguna estación y subió una mujer cargando a su hijo en la espalda.Tenia el rostro empapado en sudor y las manos temblorosas,a pesar de estar el vagón practicamente vacío comenzò su letanía:
-se va a llevar un paquete de chicles trident por cinco pesos,si mire para refrescar boca y garganta se va a llevar...
paso frente a mi como un fantasma,de vez en vez limpiaba el sudor de su rostro mezclandolo con sus ojos llorosos,repitiendo con la voz quebrada:
-...lleveselos por solo cinco pesos.
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